El complejo turístico ubicado en Las Torres del Paine espera superar las 3 toneladas de producción para el periodo 2023-2024 y avanzar en su estrategia de compostaje de desechos.
La sustentabilidad ha sido el sello de Las Torres Patagonia durante las últimas décadas. Muestra de esto son los logros que han concretado con una de sus apuestas agroecológicas más ambiciosas: una huerta orgánica, regenerativa y biointensiva instalada en los suelos de la Patagonia. Una fuente de vegetales y frutas libre de pesticidas y químicos disponibles para los huéspedes del hotel y los trabajadores del complejo turístico.
Para la temporada 2022-2023, la huerta orgánica de las Torres Patagonia logró cosechar casi 3 toneladas entre los meses de septiembre y abril. Lo que significó un aumento de un 26% en la cosecha respecto al periodo anterior, año en que la recolección alcanzó 2.042 kg. Ahora, para la temporada que iniciará en septiembre de 2023, la huerta espera superar la producción de cerca de 3 toneladas de alimentos, entre hortalizas y frutas.
De esta manera, la producción durante el periodo anterior alcanzó para suministrar el 40% de las verduras y frutas consumidas por el personal y los visitantes de Las Torres Patagonia.
La clave de esta fructífera siembra reside primero en una producción biointensiva. Esto quiere decir que se cultiva una gran variedad de hortalizas, frutas y hierbas en un mismo sector. Esto permite la diversidad biológica dentro de la huerta y el máximo aprovechamiento de los 5.000 m² donde se siembran y trasplantan cerca de 50 cultivos, los que son rotados para ayudar a la regeneración del suelo.
La cosecha para la temporada pasada entregó, entre muchas otras especies, vegetales y frutas como zucchini, rabanito, papas y ciruelas. Siendo la mayor producción correspondiente a las zanahorias y lechugas, obteniendo 436 y 608 kilos respectivamente.
Para los periodos de receso de las actividades del hotel, la tierra es preparada y cuidada con distintas capas de material orgánico para la regeneración de nutrientes, de esta manera el suelo puede ofrecer la misma calidad de hortalizas en cada temporada.
Otra de las etapas claves del trabajo de la huerta es el compost. La reserva, consciente de la basura que se genera, procesa y composta esta basura orgánica para transformarla en fertilizante natural, devolviendo una materia orgánica rica en nutrientes y componentes necesarios para una buena producción de alimentos, permitiendo una mejor absorción del agua y retención de esta, una no lixiviación de nutrientes y retención del aire.
La huerta procesó 16.709 kg de basura orgánica, durante el periodo 2022-2023, una variación notoria en comparación a la temporada anterior, donde se compostaron 14.046 kg de desechos, diferencia explicada a que el proyecto de compostaje en toda la reserva fue lanzado esta temporada.
Estos desechos generaron a su vez 10.595 kg de compost para ser aplicados en la huerta a lo largo de la temporada productiva, durante el inicio de la temporada de receso y para dar comienzo a la siguiente temporada.