Al momento de entrar al Parque Nacional Torres del Paine, una de las claves para tener un buen pasar por esta reserva de la biosfera es respetar los senderos delimitados y no aventurarte fuera de estos caminos. Los senderos mantienen el equilibrio en el ecosistema del parque, delimita los espacios que tenemos para contactarnos con la naturaleza y nos da una orientación más certera de cómo llegar a los distintos puntos de atracción. Por esta y otras razones, en este artículo te mostraremos cómo se logra este equilibrio entre visitantes y naturaleza, donde el sendero es también un camino a la sustentabilidad.
Mantención de senderos, nos ayudan a tomar acciones contra el cambio climático
La mantención y reconstrucción de senderos contribuye a la reducción de los efectos provocados por el cambio climático a través de la conservación de carbono. Esto se logra, ya que los ecosistemas naturales, como los bosques y las áreas naturales protegidas, que suelen ser atravesadas por senderos, actúan como sumideros de carbono, capturando y almacenando el dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera.
Además, los senderos juegan un rol compatible con la vegetación existente, que ubicada en paralelo, ayuda a continuar con el proceso de absorción de dióxido de carbono a través de la fotosíntesis.
Reconstrucción sustentable de principio a fin
Mantener la vida de los senderos es una tarea permanente, ya que su uso constante los expone de forma permanente a distintos factores externos: la lluvia, el viento, el calor, el frío, el paso del hombre y la fauna local.
Es por esto que es necesario minimizar al nivel más bajo el nivel de intervención que se aplica en los procesos mismos de mantención, el uso de maquinarias y otro tipo de herramientas motorizadas puede afectar el ecosistema tanto por sus gases contaminantes, el ruido y su traslado.
Asimismo, preferimos el uso de materiales locales y renovables, que reduce la huella de carbono asociada con las actividades humanas. Esto implica una menor emisión de gases de efecto invernadero durante el proceso de construcción y, por lo tanto, una mayor contribución a la lucha contra el cambio climático.
Siempre a la par de la comunidad y contribuyendo a su crecimiento
El proyecto de reconstrucción apoya a las comunidades locales, fomentando el intercambio cultural, promoviendo la participación y empoderamiento comunitario, y facilitando la transferencia de conocimientos y experiencia de expertos extranjeros a voluntarios locales para construir senderos con estándares internacionales.
Durante cuatro temporadas, y ad portas de comenzar una quinta, en Las Torres Patagonia hemos trabajado con ConservationVIP, quienes han emprendido distintos cambios en la ejecución y concepción de los senderos, convocando a expertos internacionales junto a la ONG AMA Torres del Paine y a voluntarios de todas partes del mundo para transformar caminos en senderos sustentables.
Estas mejoras, a su vez, permiten que pequeños operadores turísticos y guías puedan mantener sus servicios, generando ingresos para sus negocios y trabajadores. La comunidad depende en gran medida de la atracción turística que ofrece el Parque Nacional Torres del Paine, que es importante no solo para la región de Magallanes, sino que también para todo el país.
Protegiendo el ecosistema en cada kilómetro
De las especies identificadas en el trayecto del sendero, el 75% (46) son nativas, mientras que el 25% (15) son introducidas. Se encontraron un total de 13 especies dentro del área, incluyendo 10 aves y 3 mamíferos, pertenecientes a 6 familias diferentes. Además, se registraron especies exóticas como el Equus caballus y Lepus eropaeus.
Todos estos animales experimentan impactos significativos a causa del senderismo intenso, que se manifiestan a través de la compactación del suelo, la degradación de la vegetación y la erosión del entorno. Estos efectos, a su vez, desencadenan modificaciones en la configuración del terreno y su capacidad para mantener la humedad necesaria para las plantas y sus semillas. Asimismo, existe la posibilidad de que se produzca la pérdida de especies sensibles o grupos funcionales de plantas debido al aplastamiento y al daño mecánico sufrido en los tejidos vegetales y las raíces, lo que lleva a la disminución de los nutrientes disponibles para el crecimiento de las plantas.
Estos efectos son crónicos debido al prolongado flujo de turistas durante cada temporada estival y también se ven intensificados por las características particulares del sustrato, como el tipo de suelo, la pendiente, la exposición de la misma y las condiciones del sitio.
El propósito del diseño de una nueva sección para el sendero más transitado en Torres del Paine es aliviar la congestión de visitantes, establecer una planificación coherente para el área (que incluya la conservación de la biodiversidad), mitigar el impacto ambiental (por ejemplo, a través de pendientes más suaves) y, en consecuencia, reducir la presión sobre una zona con vegetación y suelos particularmente sensibles, posiblemente de baja capacidad de recuperación.
El Parque Nacional Torres del Paine es la atracción turística más popular en Chile, que congrega a visitantes de todo el mundo para realizar el popular trekking del Sendero Base Torres, parte del famoso Circuito W. Durante la última temporada, 82.962 visitantes se aventuraron en este tramo.
Conservar estos senderos como parte del equilibrio del ecosistema implica un compromiso en constante renovación en cada temporada, con el objetivo de preservar este hermoso paisaje para que las generaciones venideras puedan admirar las mismas maravillas que apreciamos en la actualidad.Si deseas sumarte como voluntario o conocer más sobre nuestras actividades de mantención y reconstrucción de senderos puedes hacer click en este link.