En el extremo sur de América del Sur, en la región hoy conocida como el país de Chile, se erige desde hace milenios uno de los escenarios más espectaculares del planeta tierra.
Bautizado en 1950 como Parque Nacional Torres del Paine, este ecosistema único y protegido por el Estado chileno, cuenta hoy con 200 mil hectáreas de bosques, lagos, montañas y múltiples especies salvajes que, en su conjunto, configuran un paisaje inolvidable para quienes lo visitan.
Allí, en medio de la naturaleza patagónica, en el corazón del Parque Nacional, funciona hoy una de las propuestas turísticas más atractivas y con una interesante historia de hostería y estancia en la Patagonia Chilena: Las Torres Patagonia, que ofrece a los viajeros opciones de alojamiento en el Hotel Las Torres, Camping y Refugios de Montaña.
Ubicada junto a los famosos circuitos de trekking del Parque, el Circuito W y el gran Circuito O, Reserva Las Torres es el resultado de una larga historia familiar que se remonta a 1905, cuando el inmigrante croata Antonio Kusanovic Jercic llegó a estas tierras a la edad de 15 años. En 1926 nació su hijo Antonio Kusanovic Senkovic, quien seguiría sus pasos.
Como las robustas lengas del Parque, Don Antonio, echó raíces. Adquirió tierras, tuvo descendencia y levantó una típica estancia ganadera que, de a poco, se fue convirtiendo en un hotel para los escasos turistas que se aventuraban por estos lejanos parajes en la década de los noventa.
Con el relevo generacional surgió como tal Las Torres Patagonia, un destino de ecoturismo que incorpora prácticas internacionales certificadas de conservación. Trabajando hoy para proteger el medio ambiente natural conservando la historia, gastronomía y tradiciones locales, a la par que brinda las mejores experiencias turísticas a sus visitantes.
En Las Torres Patagonia los viajeros no solo tienen a la mano los circuitos de trekking del Parque, también pueden aprender y saborear la agricultura sostenible en la huerta orgánica regenerativa del Hotel Las Torres, degustar creaciones de coctelería sustentable en el excepcional Bar Pionero y fascinarse con excursiones únicas.
Es el caso del avistamiento de fauna salvaje patagónica: pumas, cóndores, huemules, guanacos y muchos más; conocer la cultura y experiencia baqueana o, simplemente, maravillarse con las vistas impresionantes de las distintas temporadas que encantan a muchos.
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